Feb 15, 2015

Son diferentes los niños adoptados de padres homosexuales?


Por: Verónica Akle Alvarez, PhD. Profesora de Medicina de la Universidad de los Andes.

Este artículo refleja mis opiniones personales y no compromete a ninguna institución.

Se ha generado un debate frente a la adopción por parejas del mismo sexo, a partir del concepto sostenido por los directores de la Facultad de Medicina de la Universidad de la Sabana, en el que se manifiestan que la homosexualidad "constituye de alguna manera, una enfermedad”. La mayoría de las partes que se han pronunciado en este debate están en contra de esas declaraciones, por el prejuicio y la discriminación que representan, especialmente viniendo de una institución que debe enseñar a tratar verdaderas enfermedades. Como profesora e investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, una institución pluralista e independiente, me sentí en la obligación de dar una respuesta al respecto.

Dejando a un lado mis opiniones y creencias personales, me senté a hacer la tarea que hacemos los investigadores como base de nuestro trabajo: buscar la evidencia. Con el propósito de dar luces sobre cual es la evidencia más notable y sin ánimo de hacer un artículo exhaustivo ni un análisis profundo del tema, me dispuse a indagar la literatura científica al respecto. La tarea la realicé en PubMed.org, que es la máquina de búsqueda más poderosa de resúmenes y vínculos a las publicaciones científicas en ciencias biomédicas y ciencias básicas de la vida. Esta es la base de datos de artículos más robusta en estas áreas y constituye una referencia aceptada por toda la comunidad científica.

Las investigaciones que encontré en el tema de adopción por parte de parejas del mismo sexo son realizadas, en la mayoría de casos, en forma retrospectiva. Por ejemplo, se toman tanto familias conformadas por parejas homosexuales: gays o lesbianas, como familias heterosexuales que hayan adoptado niños. Luego, teniendo en cuenta variables como la edad a la que fue adoptado el niño, edad de los padres adoptivos, condiciones socioeconómicas, etc., se determinan desenlaces que revelen la salud mental, física y ajuste social de los niños en el corto y largo plazo. Otro tipo de diseño experimental consiste en determinar la percepción de las familias en cuanto a temas relacionados con sus hijos adoptados, como la satisfacción con el colegio, la estigmatización, el matoneo, entre otras. Las revistas que publican estos estudios son de medicina, sicología y sociología, así que cubren todo el espectro integral de la vida los niños.

Una característica común de los estudios que encontré es el alto número de parejas estudiadas y el alto rigor científico con que se realizaron. En cuanto a las conclusiones, la gran mayoría de los artículos publicados entre 2000 y 2010 muestran el mismo tipo de resultado: los desenlaces en el ajuste emocional, social y cognitivo de los niños no difiere entre los diferentes tipos de familias. En un estudio de 2014 de más de 80 parejas del mismo sexo comparadas con 40 de diferente sexo se entrevistaron tanto a padres como niños y profesores de los menores para tener una visión integral. En este estudio se encontró que tanto el comportamiento sexual y la adaptación de los menores, como la relación entre niños y padres era más positivo entre las familias de padres homosexuales que las heterosexuales. Sin embargo, la externalización de los problemas se veía afectada por procesos parentales como el estrés, que podía ser particularmente alto en las parejas del mismo sexo 1. Por otro lado, frente al otro tipo de estudios los resultados son más dicientes. Por ejemplo, una investigación publicada en octubre de 2014 muestra que los padres del mismo sexo están más involucrados en los colegios de sus hijos cuando perciben una más alta estigmatización. Por el contrario las parejas heterosexuales tienden a involucrarse en menor escala cuando perciben mayor señalamiento 2. Una posible interpretación de estos datos es que las parejas del mismo sexo están acostumbradas a afrontar la estigmatización social, y por esto pueden identificar y sobrepasar esta barrera en diferentes situaciones.

Uno de los argumentos más repetidos en este debate es que el desarrollo y la orientación sexual de los niños se ve afectada cuando son adoptados por familias del mismo sexo. Existe la creencia que los niños criados en hogares de lesbianas o gays crecerán a ser homosexuales, que tendrán comportamientos sexuales anormales, o incluso que podría ser abusados sexualmente o crecer a ser abusadores. Así mismo, existe el temor de que la estigmatización social puede conllevar a niños con baja auto-estima y baja adaptación emocional. En respuesta a estos temores que tuvieron su apogeo en la década de los 90s, en 2002 la Academia Americana de Pediatría de Estados Unidos, que tiene como misión velar por la salud de la infancia, mas no dar ningún consejo moral, publicó un comunicado en el que “reconocen que una gran cantidad de literatura profesional provee evidencia de que los niños con padres que son homosexuales tienen las mismas ventajas y expectativas en salud, adaptación social, y desarrollo que los niños de parejas heterosexuales”3.

El número de estudios en este tema ha disminuido desde este milenio ya que las investigaciones actuales se concentran en aspectos más detallados de la vida de las familias adoptivas, como por ejemplo el estudio descrito anteriormente acerca de la interacción de padres del mismo sexo en asuntos escolares de sus hijos adoptados. A pesar de esto, el año pasado se reiteró en un comunicado de la Asociación Americana de Sociología un consenso en el que se concluye que no hay diferencias entre los niños y adolescentes que crecen con padres adoptivos heterosexuales o del mismo sexo en medidas de desarrollo cognitivo, desempeño académico, estabilidad emocional y actividad y orientación sexual4. Por el contrario, las grandes diferencias se encuentran entre familias con diferentes circunstancias socioeconómicas y de estabilidad emocional.

Aquí se nombran un número mínimo de estudios y revisiones de la literatura en este tema, pero en todo el volumen encontrado, absolutamente toda la evidencia apunta a que no existe ningún daño sicológico o físico a los menores que han crecido con padres del mismo sexo. Por el contrario, todas las investigaciones demuestran que los factores de mayor riesgo para los niños son la inestabilidad emocional, la negligencia y el bajo nivel académico y socioeconómico de los padres, independiente de la orientación sexual. Mucho más beneficio le harían los “expertos” en bioética en aplicar y difundir estudios concretos que contribuyan a políticas públicas, como por ejemplo, los que demuestran que independientemente del género y la orientación sexual, mayor estrés se relaciona con síntomas de depresión y menor satisfacción con la adopción. De esta manera, se recomendaría y enseñaría a los profesionales de la salud la necesidad del acompañamiento y el apoyo a las parejas que buscan adoptar durante la transición a ser nuevos padres, en vez de buscar tratamientos para enfermedades inexistentes.

1.             Golombok, S. et al. Adoptive gay father families: parent-child relationships and children’s psychological adjustment. Child Dev. 85, 456–68
2.             Goldberg, A. E. & Smith, J. Z. Predictors of psychological adjustment in early placed adopted children with lesbian, gay, and heterosexual parents. J. Fam. Psychol. 27, 431–42 (2013).
3.             Riggs, S. C. Coparent or second-parent adoption by same-sex parents. Pediatrics 109, 1193–4; author reply 1193–4 (2002).
4.             Manning, W. D., Fettro, M. N. & Lamidi, E. Child Well-Being in Same-Sex Parent Families: Review of Research Prepared for American Sociological Association Amicus Brief. Popul. Res. Policy Rev. 33, 485–502 (2014).


Nov 4, 2012

Premios Ig Nobel 2012

¿Quién pensaría que los descubrimientos científicos podrían hacer reír a la gente? Para la mayoría de la gente la ciencia suele ser bastante aburrida… pero algunos científicos estudiando los temas más inverosímiles logran, de vez en cuando, que sus investigaciones “hagan  primero reír a la gente y luego pensar”.  Con esta filosofía, en 1991 se crearon los premios Ig Nobel que honran a los académicos que con sus publicaciones logran sacudir al mundo científico con ingenio y mucha gracia (en serio).
 
    
W Ketterle, E Bodman, O Pamuk y P Krugman.
La ceremonia anual de los premios Ig Nobel es todo un espectáculo que ocurre en Harvard (si, la prestigiosa universidad de Boston). La entrega de los premios la realizan ganadores del premio Nobel, el de verdad, quienes contagiados por el humor, a veces son “ridiculizados” durante el evento, como en 2009 cuando Orhan Pamuk (Nobel de Literatura en 2006), Wolfgang Ketterle (Nobel de Física en 2001) y Paul Krugman (Nobel de Economía 2008) se pusieron sobre sus caras unos brassieres de emergencia que se convierten en máscaras protectoras contra la radiación, un invento ganador del premio Ig Nobel de física (ver foto). Aparte de los reconocidos científicos que entregan los premios, los honrados ganadores tienen la labor más importante de la noche, hacer el intento de explicar qué hicieron, cómo y, aún más difícil, por qué, en solo un minuto.

Algunos de los ejemplos de ganadores más pintorescos en medicina son los recipientes del premio de 2011, por demostrar que las ganas urgentes de orinar hacen que la gente tome mejores decisiones acerca de cómo gastar su dinero, pero peores decisiones en pruebas cognitivas (Tuk M. et al., 2011). O el premio de 2008 por demostrar la importancia del efecto placebo, al comprobar que la medicina falsa de alto precio es más efectiva que la medicina falsa de bajo precio (Ariely D. et al 2008). 

En las áreas de física y de paz, los ganadores también muestran su interés en la medicina y son honrados por su astucia. El ganador de 2009 en física obtuvo el premio por determinar analíticamente porqué las mujeres no se voltean cuando están embarazadas (Whitcome, et al., 2009). El ganador del premio a la paz de 2010 lo obtuvo por demostrar que decir malas palabras calma el dolor (Stephens R. et al., 2009).

Así, siguiendo la filosofía de los premios Ig Noble, en diferentes campos como la biología, arqueología, economía y literatura, entre otros, los diferentes autores son honrados por su habilidad de hacer pensar… mucho después de reír. Y es que en verdad, varios se merecen el premio por pensar en lo que muchos de nosotros nunca consideraríamos, sea para ridiculizar la ciencia en general, o para ayudar a la población. Por ejemplo, el ganador del premio a la paz de 2006 inventó un aparato que emite sonidos muy altos y desesperantes que solo pueden ser oídos por adolescentes. Luego esa tecnología fue usada para hacer tonos de celulares que solo los escuchan los menores, evitando así ser reprendidos por los adultos (mosquito buzz).

Identificación por detrás.
Un ganador destacable fue el premio 2012 en anatomía. Frans de Waal y Jennifer Pokorni fueron honrados este año por descubrir que los chimpancés pueden reconocer a otros miembros de su familia mirando fotos de sus traseros y asociarlos a sus caras. Lo más probable es que algunos se pregunten para qué sirve que los simios tengan esta habilidad. Pero detrás de esta investigación está una de las incógnitas más importantes en neurociencia: saber si el cerebro está dividido en subregiones con funciones específicas, o si trabaja como una gran red de circuitos. Si se considera la evolución del cerebro, entonces encontrar un área específica para la identificación de otros miembros de la misma especie, así sean sus partes traseras, debería existir en otros primates como lo existe en humanos, especialmente en los más cercanos a nosotros: los chimpancés. Esto hace que la investigación de estos científicos sea de suma importancia para la neurociencia.

En general, los premios demuestran varias cosas. Primero, que se puede investigar casi cualquier evento con la rigurosidad característica de la academia. Es más, en ciertos programas de doctorado, está muy bien aceptada la idea de formular cualquier pregunta y resolverla usando la metodología más sofisticada, con el fin de aprender en el proceso; se esperaría que los instrumentos aprendidos se utilizaran con el propósito de hacer ciencia de alta calidad una vez se entre a la vida laboral. Segundo, que algunos científicos reciben financiación para las ideas más increibles, y seguramente los impuestos de la ciudadanía pueden no ser aprovechados de la mejor manera. Sin embargo, juzgar y determinar que se debe investigar es una tarea muy dificil, donde las propuestas más ingeniosas representan un riesgo, pero también representan grandes oportunidades de invensión y desarrollo.

Finalmente, los premios también reconocen que es posible hacer estudios pensados libremente cuyos resultados en realidad contribuyen, de manera muy inusual, al conocimiento de nosotros mismos y del mundo en que vivimos. Más importante aún, es que los premios Ig Nobel destacan investigaciones que no son conservadoras y hechas con paradigmas pre-establecidos, sino que tienen la capacidad de cambiar el prototipo, ser publicadas en revistas académicas avaladas por el resto de la comunidad científica, y condecoradas por los académicos más reconocidos del mundo.