Feb 21, 2011

Pulpos Adivinos No, Solo Inteligentes

A la hora de decidir sobre inteligencia, los humanos tendemos a interpretar nuestro alrededor de una manera antropológica. Nuestras visiones usualmente están contaminadas con nuestras propias emociones y las que pretendemos asignarle al resto de criaturas del planeta.

Los videos adjuntos revelan una muestra de inteligencia que los humanos no alcanzamos a entender y que, hasta hace muy poco, estamos empezando a estudiar. Lo más peculiar de los videos es que los animales que se muestran son miembros de la clase Molusca Cefalópoda –que significa algo como “cabeza suave con patas" y denota su físico y capacidad de contornearse- y habitan la Tierra desde hace más de 500 millones de años. El célebre pulpo, más famoso por adivino en el Mundial de Fútbol que por sus habilidades cognitivas, es el ganador de esta semana para hablar de inteligencia animal.

No sólo los pulpos son un modelo común en estudios de memoria asociativa (de esto hablaré en otra entrada), sino que también poseen una habilidad sorprendente para planear y escapar de sus predadores. El engaño consiste en camuflarse en sus alrededores cuando están inmóviles, y en imitar otras especies nocivas en el océano como serpientes y peces predadores, cuando están en movimiento.

En el primer video, se observa un pulpo de la especie, que se camufla en una roca marina. Para lograr este truco, el pulpo tiene que hacer un análisis de la textura y el color de la roca, todo esto con las 50 millones de neuronas que tiene en el ganglio principal - análogo del cerebro en vertebrados (con cerca de 1 billón de neuronas). La información acerca de sus alrededores la recibe por medio de unos órganos receptores alrededor del ojo, y en cuestión de segundos computa los estímulos visuales y pasa a ser literalmente invisible.


Su otra estrategia consiste en imitar la forma del cuerpo y la manera de nadar de otros animales del océano. Por ejemplo, T. mimicus es un excelente imitador de diferentes especies de animales como los lenguados, un pez que nada muy cerca al área del fondo del mar ondulando su cuerpo, y otras especies venenosas como el pez león y la serpiente marina. El video adjunto muestra esta extraordinaria transformación del cuerpo para personificar varios animales, una habilidad que hasta hoy sólo se ha descubierto en los pulpos.


El plan del pulpo consiste en observar detalladamente el objeto con el que se quiere mimetizar. Debe recolectar la información pertinente acerca de la coloración, forma y textura; y posteriormente decir si parecerse al objeto inanimado le facilitaría su supervivencia. En cuanto a imitar otros animales, solo si estos son percibidos como más agresivos o venenosos que él mismo, y si tiene la garantía que su camuflaje es perfecto vale la pena invertir la energía que toma la transformación. Para esto debe considerar el comportamiento de sus predadores y anticipar que estos le temen al animal al que planean parecerse y, segundo, deben garantizar que serán engañados. Todo esto requiere un “pensamiento” bastante organizado, una planeación minuciosa y, además, una habilidad “artística” exquisita.

Estas criaturas nos dan una gran lección. Como lo dije anteriormente, no son ni chimpancés, ni delfines, no son ni siquiera vertebrados, pero para desarrollarse exitosamente en su hábitat, han evolucionado un sistema de engaño mejor planeado que el de muchos mamíferos. Para estudiarlos y tratar de entender los otros animales y su inteligencia, hay que tratar de ser más pulpos y menos humanos. (Si no, pregúntele al pulpo Paul.)

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