¿Quién pensaría que los descubrimientos científicos podrían
hacer reír a la gente? Para la mayoría de la gente la ciencia suele ser
bastante aburrida… pero algunos científicos estudiando los temas más
inverosímiles logran, de vez en cuando, que sus investigaciones “hagan primero reír a la gente y luego pensar”. Con esta filosofía, en 1991 se crearon los
premios Ig Nobel que honran a los académicos que con sus publicaciones logran
sacudir al mundo científico con ingenio y mucha gracia (en serio).
W Ketterle, E Bodman, O Pamuk y P Krugman. |
Algunos de los ejemplos de ganadores más pintorescos en
medicina son los recipientes del premio de 2011, por demostrar que las ganas
urgentes de orinar hacen que la gente tome mejores decisiones acerca de cómo gastar
su dinero, pero peores decisiones en pruebas cognitivas (Tuk
M. et al., 2011). O el premio de 2008 por demostrar la importancia del efecto
placebo, al comprobar que la medicina falsa
de alto precio es más efectiva que la medicina falsa de bajo precio (Ariely D. et
al 2008).
En las áreas de física y de paz, los ganadores también
muestran su interés en la medicina y son honrados por su astucia. El ganador de
2009 en física obtuvo el premio por determinar analíticamente porqué las mujeres
no se voltean cuando están embarazadas (Whitcome,
et al., 2009). El ganador del premio a la paz de 2010 lo obtuvo por
demostrar que decir malas palabras calma el dolor (Stephens
R. et al., 2009).
Así, siguiendo la filosofía de los premios Ig Noble, en
diferentes campos como la biología, arqueología, economía y literatura, entre
otros, los diferentes autores son honrados por su habilidad de hacer pensar… mucho
después de reír. Y es que en verdad, varios se merecen el premio por pensar en
lo que muchos de nosotros nunca consideraríamos, sea para ridiculizar la
ciencia en general, o para ayudar a la población. Por ejemplo, el ganador del
premio a la paz de 2006
inventó un aparato que emite sonidos muy altos y desesperantes que solo pueden
ser oídos por adolescentes. Luego esa tecnología fue usada para hacer tonos de
celulares que solo los escuchan los menores, evitando así ser reprendidos por
los adultos (mosquito
buzz).
Identificación por detrás. |
Un ganador destacable fue el premio 2012 en anatomía. Frans
de Waal y Jennifer Pokorni fueron honrados este año por descubrir que los
chimpancés pueden reconocer a otros miembros de su familia mirando fotos de sus
traseros y asociarlos a sus caras. Lo más probable es que algunos se pregunten para
qué sirve que los simios tengan esta habilidad. Pero detrás de esta investigación
está una de las incógnitas más importantes en neurociencia: saber si el cerebro
está dividido en subregiones con funciones específicas, o si trabaja como una
gran red de circuitos. Si se considera la evolución del cerebro, entonces encontrar
un área específica para la identificación de otros miembros de la misma especie,
así sean sus partes traseras, debería existir en otros primates como lo existe
en humanos, especialmente en los más cercanos a nosotros: los chimpancés. Esto
hace que la investigación de estos científicos sea de suma importancia para la
neurociencia.
En general, los
premios demuestran varias cosas. Primero,
que se puede investigar casi cualquier evento con la rigurosidad
característica
de la academia. Es más, en ciertos programas de doctorado, está muy bien
aceptada la idea de formular cualquier pregunta y resolverla usando la
metodología más sofisticada, con el fin de aprender en el proceso; se
esperaría
que los instrumentos aprendidos se utilizaran con el propósito de hacer
ciencia
de alta calidad una vez se entre a la vida laboral. Segundo, que algunos
científicos reciben financiación para las ideas más increibles, y
seguramente los impuestos de la ciudadanía pueden no ser aprovechados de
la
mejor manera. Sin embargo, juzgar y determinar que se debe investigar es
una tarea muy dificil, donde las propuestas más ingeniosas representan
un riesgo, pero también representan grandes oportunidades de invensión y
desarrollo.
Finalmente, los premios también reconocen que es posible
hacer estudios pensados libremente cuyos resultados en realidad contribuyen, de
manera muy inusual, al conocimiento de nosotros mismos y del mundo en que
vivimos. Más importante aún, es que los premios Ig Nobel destacan investigaciones
que no son conservadoras y hechas con paradigmas pre-establecidos, sino que tienen
la capacidad de cambiar el prototipo, ser publicadas en revistas académicas
avaladas por el resto de la comunidad científica, y condecoradas por los académicos
más reconocidos del mundo.
No comments:
Post a Comment