Aug 24, 2011

Naturaleza Primate: ¿Egoísta o Solidaria?

Diagrama del aparato para medir altruismo
La afirmación que dice que “los humanos son malos por naturaleza” es una de esas creencias difíciles de refutar. Aunque es verdad que la historia de la humanidad está manchada por guerras y atrocidades; también es verdad que los humanos son el grupo social más extenso y complejo del planeta. Los humanos coexisten en todos los espacios posibles y bajo las condiciones más variadas, relativamente en continua paz. Las expresiones de empatía son actividades normales del día a día y el sufrimiento del otro es, por lo general, intolerable,  y el peor castigo para un humano es privarlo del contacto de otros de su especie.  Estos ejemplos resumen una naturaleza que, a pesar de los conflictos, siempre necesita una comunidad, trata de mantener un ambiente pacífico y busca el retorno a la armonía.

Desafortunadamente, la ciencia se ha ocupado en la mayoría de los casos por probar las ideas originales del homo homini lupus (el hombre es lobo para el hombre), en vez de estudiar los mecanismos de reconciliación y tolerancia. Como cualquier otra característica en los humanos, el comportamiento pude ser estudiado en un contexto evolutivo y la manera de empezar a entender nuestra naturaleza es mirar sus orígenes en los otros primates de hoy, y en particular en los chimpancés y bobonos.

En cuanto a los chimpancés, las historias anecdóticas de algunos investigadores demuestran que igual que los humanos, hay grandes expresiones de colaboración y tolerancia entre los miembros de un grupo. Sin embargo, estudios controlados reafirman la fama de los chimpancés en cuanto a que son indiferentes hacia el bienestar de su clase. En la mayoría de experimentos en los que se examina el comportamiento prosocial de los chimpancés, estos fallan en reconocer las necesidades de los otros, a menos que haya comunicación directa solicitando ayuda. Por el contrario, los bobonos, otro género de simios también cercano a los humanos, muestran  una “generosidad impresionante”. De estos animales es que se dice que aprendimos a “hacer el amor y no la guerra” por su característica manera de convivir en medio de afectos físicos. Inclusive los micos capuchines, tamarins y macaques,  que son mucho más lejanos a los humanos en escala evolutiva, también demuestran un sentido de altruismo significativo en el mismo tipo de experimentos.

Los humanos se encuentran en la cima cuando de colaboración se trata: es común que los humanos ayuden a sus semejantes (y a otras criaturas) sin recibir nada a cambio, y en ocasiones en contra de su propio bienestar. Entonces, ¿por qué los chimpancés parecen estar en tan desacuerdo? Algunos sugieren que esta es una característica exclusivamente humana  y corresponde a una decisión racional en la que si hay un beneficio de ayudar al otro es porque a cambio se recibe prestigio, admiración y otros beneficios sociales. Sin embargo, otros científicos proponen que el altruismo humano es una continuación de un comportamiento básico presente en otros animales (por ejemplo en la relación madre-hijo), que está más desarrollado en primates y que los humanos han perfeccionado al punto en que vivimos hoy. 

Las observaciones anecdóticas son abundantes. Por ejemplo hay videos de chimpancés ayudando a niños en los zoológicos y Jane Goodall, una reconocida  primatóloga que ha estudiado simioss en Gombe, Tanzania por las de 45 años, llenó libros completos con sus observaciones de chimpancés ayudando a otros en la selva. Sin embargo, en la comunidad científica estas anécdotas sirven para originar las preguntas, pero los experimentos controlados son necesarios para obtener conclusiones contundentes. Con un método modificado de la mayoría de estudios, Frans De Waal y su equipo de Yerkes National Primate Center en un artículo reciente publicado en PNAS muestra por primera vez evidencia de la naturaleza cooperativa y altruista en los chimpancés. 

La manera tradicional de examinar este tipo de comportamiento en los primates es mediante un aparato complejo en el que el animal tiene que oprimir un botón o palanca que significa “decisión egoísta” para recibir un premio, y otro botón para la “decisión solidaria” en la que ambos, el protagonista y su compañero reciben un premio. Usualmente los animales se encuentran separados por barreras de vidrio o a varios metros de distancia y les es imposible interactuar. Este paradigma ha  probado ser muy complicado ya que una vez el animal escoge uno de los botones, es difícil que cambien su preferencia. Esto ocurre debido a que él siempre recibe un premio independiente del botón que oprima, y como no está en contacto con su compañero, las consecuencias de sus decisiones no parecen importarle.

El método alternativo de de Waal consiste en que los chimpancés reciben un balde llenos de 30 monedas de dos colores: 15 de un color que significa “decisión egoísta” y 15 de otro color que significa “decisión solidaria“. Después, el investigador le pide una moneda al chimpancé protagonista y dependiendo del color escogido, él solo, o él y su compañero que está sentado junto a él (aunque separados solo por una malla) reciben un premio que está envuelto en un papel celofán que suena al ser manipulado.  De esta manera, el método asegura que ambos animales pueden comunicarse, y ambos ven (y escuchan) las consecuencias de las decisiones del que escoge la moneda. La idea de envolver los premios comestibles ayudan a que los animales no estén distraídos por la presencia de un comestible al tomar la decisión de la moneda.

Después de modificar el diseño del método para examinar a los chimpancés, fueron tenidos en cuenta otros factores que influencian significativamente el comportamiento de los animales, como el rango social, familiaridad del compañero, y previa experiencia. En conclusión, los investigadores encontraron que cuando las decisiones requieren el mismo esfuerzo, los chimpancés deciden ser solidarios la mayoría de las veces. Sin embargo, el comportamiento del compañero que recibe tiene una influencia determinante en la decisión del protagonista. Así, si el compañero llama la atención con sonidos o mirando pasivamente, su probabilidad de obtener un premio (67%) es mucho más altas que si su comportamiento es neutral (60%). Sin embargo, si el compañero actúa más agresivamente como extendiendo su mano para rogar, tirando papeles o haciendo piruetas, el chimpancé protagonista toma la decisión más egoísta el 55% de las veces. Es decir, ambos chimpancés entienden perfectamente las consecuencias de la elección de las monedas, y además el chimpancé con el poder de escoger responde de una manera negativa a la presión del compañero. Mi interpretación antropológica, la cual hayo bastante oportuno en este caso, es que si el chimpancé decide compartir, es por la pura generosidad y al ser presionado, le quita buenas intenciones intrínsecas al protagonista. Otra alternativa, es que simplemente es molesto tener a alguien rogando por comida al lado.

Esta investigación demuestra que los paradigmas que se usan para estudiar el comportamiento animal son cruciales para encontrar resultados claros. Para poder realizar buenos experimentos en comportamiento es necesario tener en cuenta todos los parámetros posibles y tratar de pensar cómo lo hace el animal y no como lo haría un humano, pero ya que esto es imposible, la sensibilidad de los investigadores y los años de experiencia compartiendo con la especie pueden hacer grandes diferencias.

Los resultados de esta investigación demuestran que existe una naturaleza solidaria en los chimpancés contraria a  la creencia común que a estos animales no les importa el bienestar de los otros. Si es cierto que las motivaciones principales son el territorio, la comida y el sexo; pero es imposible ignorar que, al igual que los humanos, son animales sociales, cooperativos, sensibles a la injusticia y la mayoría de las veces, pacíficos. Al parecer, esas características no son exclusivas de nuestra especie, sino que, como propone de Waal, si bien los humanos son los maestros de la cooperación, esto ocurre porque lo perfeccionaron de bases altruistas existentes en otros animales. Es hora de que la suposición acerca de la naturaleza humana que es comúnmente usada en debates de sociedad y política, sea validada por la investigación biológica y en vez de repetir a Hobbes en que “el hombre es un lobo para el hombre”, empecemos a aceptar que también es nuestra naturaleza el reconciliarnos y ayudarnos, como los chimpancés.



Aug 6, 2011

Centro para Simios

Ella pesó alrededor de 3.5 kilos al nacer. A los 15 años ya había crecido en su totalidad y  ahora pesa 70 kilos. Tiene manos largas, brazos y piernas fuertes y un hermoso pelo color rojizo. Esta podría ser la descripción de cualquier modelo de revista, y, ¡lo es!  Pebbles es una pequeña hembra orangután que trabajó durante su niñez haciendo comerciales y  shows en Hollywood hasta que su entrenador se la entregó al Centro para Simios, un santuario ubicado en un pueblo escondido en la mitad de Florida, USA llamado Wauchula.


Pebble
Acompañando a Pebbles, hay otros 43 simios en el santuario entre orangutanes y chimpancés. Varios de ellos también retirados del negocio del entretenimiento. Cuando estos animales son preadolescente, su cara es rosada y tiene esa adorable mirada que la mayoría de bebes mamíferos tienen cuando pequeños. Sin embargo, todos los animales crecen y cuando los simios lo hacen, su cara se oscurece, el pelo engruesa y crecen barba y hasta grandes almohadillas en las mejillas en el caso de los orangutanes. Es decir, ya no parecen las criaturas adorables que los shows quieren mostrar o simplemente son demasiado grandes y costosos para mantener como mascotas. En consecuencia, muchos de ellos terminan encerrados en jaulas en los garajes de casas o regalados a circos que los mantienen en condiciones deplorables.

Este es el caso de varios orangutanes y chimpancés en el santuario. Después de servir haciendo shows o como mascotas por unos años, fueron a parar a jaulas demasiado pequeñas por varios años donde no podían ni siquiera pararse y a consecuencia de esto varios de ellos tienen músculos atrofiados. Una vez llegan al santuario estos animales comparten con su especie por primera vez en sus vidas, y aunque no están completamente libres, viven entre la vegetación en “catedrales” conectadas por puentes de varios kilómetros de largo. Como varios de ellos llegan al santuario alrededor de la adolescencia, este se convierte en su hogar por 30 a 40 años.

Durante mi visita al santuario fue evidente la protección exclusiva a los animales.  El lugar no está abierto al público; solo es permitida la visita de miembros  que tengan permiso especial de la coordinadora del centro, quien da un tour personal a los visitantes. Durante este recorrido fue que tuve la oportunidad de ver a los animales de cerca y ver la interacción entre todas las especies de primates incluyendo los humanos.

Ellie
Algo destacable de mi visita fue la similitud en el comportamiento entre estos animales y los humanos, especialmente con mi hijo de 2 años quien me acompañó a la visita. Absolutamente todos los animales del centro están más acostumbrados a los humanos  que a otros animales, y no demoran en hacerlo saber cuando tienen visita. Todos quieren llamar la atención y hacen lo posible por lograrlo: hacen sonidos incesantes con los labios, gritan, se cuelgan de las ramas y se columpian entre tiras de tela colgadas de los árboles. No todos los animales comparten los mismos espacios, especialmente los machos orangutanes solo pueden convivir con hembras y rechazan a los machos jóvenes una vez estos maduran. Por esta razón, su repertorio debe destacarse, para que los humanos se acerquen a mirarlos.

Los animales muestran una curiosidad típica de una mente inteligente. Si extendía mi mano cerrada a un lado, todos la seguían y esperaban ansiosos que la abriera para ver que escondía. De la misma manera, mi hijo desesperadamente buscaba abrir mi mano para descubrir que tenía una semilla de palma que solo le gusta a los chimpancés y desilusionado irse a jugar con un gato que andaba por ahí. Si a algún animal se le regala un juguete, una fruta, o se les da más atención, los demás exigen el mismo trato y hacen un repertorio parecido a un niño pataleando hasta que se arregla la injusticia.  La coordinadora del centro sabe esto muy bien, y en su recorrido para en cada catedral a distribuir caricias; todos los animales bajan de las partes altas a saludarla, y por supuesto, a señalar al visitante de 2 años que les parece más curioso que los adultos.

Igual que nosotros, al resto de primates les gusta complacer, pero la mayoría responde mejor si tienen un incentivo inmediato. Los técnicos del centro se valen de esta propiedad para entrenarlos, y en general, para lograr convivir con ellos. Frente a mis ojos, una muchacha que pasaba al frente de un orangután con fresas, le dijo que fuera a arreglar el chorro de agua que estaba haciendo mucho ruido. El orangután no se movió, pero la siguiente frase fue, te doy una fresa si lo haces. En menos de 10 segundos, este animal de más de 100 kilos se colgó de unas ramas, saltó a la baranda donde estaba saliendo el chorro de agua, sacó un palo que el mismo habia metido en la manguera (le gusta el sonido del agua al caer), y volvió a nosotros a recibir su recompensa. Algunos de ellos entienden el lenguaje humano perfectamente, por ejemplo Noelle, una chimpancé retirada de un laboratorio de investigación le comunica a los voluntarios que quiere para almorzar, pide que le alcancen flores y frutas que ella no alcanza y les muestra los pájaros que cantan alrededor  ya que domina un lenguaje humano de señas. Aunque su lenguaje es bastante reducido es bastante efectivo, tanto asi, que la gente que la cuida aprendió el lenguaje sólo para entenderle.


Aunque no tienen el sistema lingüístico complejo que permite expresar un número infinito de  pensamientos y situaciones, los chimpancés, orangutanes y el resto de simios comparten la capacidad de mantener estructuras sociales tan dinámicas y complejas como las de los humanos. En particular, la formación de jerarquías, la necesidad de atención y de pertenecer, el deseo de poder y de cuidar son características tan evidentes en los simios como en la raza humana a lo largo del planeta.

Pongo
Al salir del centro, tuve un sentimiento agridulce. Por un lado, es bastante triste aprender sobre la vida confinada que estos animales han tenido, y además saber si van a  estar allí
en cautiverio por el resto de sus vidas. Por otro lado, estar en la presencia de animales es una experiencia inigualable. Compartir con estos animales por unos días su estilo de vida, su jerarquía social, sus gustos y su fantástica inteligencia fue una experiencia inmensamente enriquecedora. Las bases de la naturaleza humana son evidentes en estas maravillosas criaturas; al fin y al cabo, compartimos más del 98% de los genes con los chimpancés y nuestro ancestro común vivió hace sólo 5 millones de años. Si aprendemos más sobre estos animales, aprenderemos más sobre nosotros mismos.


Links:


Jun 10, 2011

Acerca de un bebe elefante que casi no lo logra

Antes de abrir el siguiente video, quiero prevenir que las imágenes pueden ser demasiado expresivas para algunos.

El siguiente video es un ejemplo maravilloso de la magnitud de la conciencia animal. Es también evidencia irrefutable de que el conductismo (corriente sicológica basada en que todo estimulo tiene una respuesta predeterminada y predecible) NO es una teoría aceptable para explicar el comportamiento de los animales, incluyendo los humanos. Además, el video demuestra que la actividad cognitiva no es exclusiva de la especie humana, y puede prevalecer en otros mamíferos. 

En el video se aprecia por primera vez el parto de un elefante asiático en el Elefant Safari Park en Indonesia. Después de una larga espera y un parto calmado, el bebe elefante finalmente emerge de la hembra, quien se aparta cuidadosamente del recién nacido para no causarle ningún daño. Cuando el bebe no responde al cambio de ambiente y no respira por más de dos minutos, la madre demuestra su ansiedad con sonidos agudos, y rápidamente empieza el proceso de resucitación. Como explica el narrador del video, los movimientos de la madre son el equivalente a las palmadas en la cola que les dan a los humanos al nacer. Al ver que estos son inefectivos, la hembra trata de levantar la cabeza del bebe elefante con la trompa, y esta estrategia funciona inmediatamente. Al instante se puede apreciar la calma de la hembra, quien continua monitoreando al recién nacido mientras este infla sus pulmones con aire. Los primeros minutos en la vida del bebe elefante son los más importantes, y mientras el bebe logre pararse, estará a salvo. Al final, la mamá elefante parece tener una sonrisa en la cara mientras camina al lado de su bebe: no todos los días se siente la satisfacción de resucitar su recién nacido!



May 28, 2011

Cursed

Zebrafish eggs have a story to tell

Life in a lab is full of excitement and surprise... actually is not. Life is a lab is full of challenges and disappointments, but when something works... it makes it all worthwhile. 


In Cursed. When that experiment refuses to work, I share one of those moments in my life as a graduate student.

Feb 25, 2011

¿Dónde Está el Verdadero Valor Cultural?

La arqueología no es exactamente mi área de estudio. Es más, estoy lejos de entender las particularidades de los objetos que son encontrados y su significancia en la historia. Sin embargo, me es imposible no comentar acerca de la disputa que se ha llevado a cabo entre la Universidad de Yale y el Gobierno Peruano por unos objetos que fueron excavados hace casi 100 años y que han estado bajo el poder de la universidad por todo este tiempo.

Los objetos fueron hallados por el arqueólogo Hiran Bingham de la Universidad de Yale cuando entre 1912 y 1916 se encontraba haciendo trabajo de campo en los alrededores de Cuzco. Con la ayuda de gentes locales y después de caminar por horas con la ayuda de machetes para limpiar la vegetación, Bingham encontró las ruinas de una ciudad perdida de los Andes, Machu Picchu. La magnífica ciudad Inca es considerada hoy una de las siete maravillas del mundo y uno de los centros arqueológicos de mayor valor. Con la financiación del National Geographic Society y la Universidad de Yale, el científico se dedicó a incursionar la zona, limpiar de vegetación la ciudad y en el camino, catalogar miles de objetos que encontró en la ciudad de piedra a más de 3.500 metros sobre el nivel del mar. Como parte de sus investigaciones, Bingham también coleccionó cerca de 46.300 piezas encontradas en Machu Picchu que fueron empacadas y mandadas a la Universidad de Yale para su estudio bajo el consentimiento del gobierno peruano de la época.

Los objetos, en su mayoría cerámicas, huesos animales y algunos restos humanos, fueron depositados en el Museo Peabody de Historia Natural en Yale y estudiado por generaciones de científicos. Además, Dr. Bingham es considerado como el descubridor de Machu Picchu y célebre divulgador de la cultura Inca; por este motivo, el Gobierno Peruano lo invitó a la inauguración de una carretera que hace más fácil el acceso a la ciudad Inca y que lleva el nombre del científico en su honor.

Algunos de los objetos fueron devueltos a Perú en 1920, pero la Universidad de Yale conservó una mayoría de ellos reclamando su "título jurídico sobre ellos". Bajo el gobierno de Alejandro Toledo, de 2001 a 2006, el gobierno de Perú busco asiduamente la devolución de la totalidad de las piezas con el argumento de que el permiso de extraer las piezas era por un tiempo finito y exclusivamente para su estudio arqueológico. Además, el "reencuentro con la cultura Inca" era uno de los programas cumbres de su candidatura y la devolución de las piezas era su prioridad. Después de arduas conversaciones en las que Yale proponía compartir los objetos, las negociaciones se hundieron hasta el 2007. El actual presidente de Perú, Alan García, continuó la petición y por medio de presión internacional que incluyó una carta al Presidente de Estados Unidos ,Barack Obama, y a la National Geographic Society, la universidad de Yale finalmente aceptó la devolución de los objetos bajo condiciones que preservaran su derecho al estudio de las mismas.

Después de la larga disputa, el pasado 14 de Febrero finalmente fue firmado el acuerdo para la creación del Centro Internacional para el Estudio de Machu Picchu y la Cultura Inca. Este acuerdo cierra el desacuerdo entre la Universidad de Yale y la Universidad Antonio Abad de Perú por medio del convenio para la construcción de un centro dedicado a la exhibición, conservación y estudio de la colección de objetos extraída de Machu Picchu, que asegura que las mejores piezas serán exhibidas debidamente en museos y el resto estará disponible para su estudio científico no solo por científicos de Yale, sino del mundo entero.

Es difícil comprender las razones que llevaron a una polémica de tantos años, pero considero que la difícil situación se debió a la naturaleza divergente de los intereses de ambas partes. Por un lado, la motivación del gobierno peruano nació de una propuesta política de encuentro cultural que concentró sus energías en piezas que ya estaban a salvo. Además, ya se servía el propósito de dar a conocer al mundo la cultura Inca por medio de exhibiciones que el museo de Yale venía haciendo. Y por el contrario, la otra clase de repatriación cultural que incluye los miles de objetos que son saqueados por turistas anualmente nunca ha sido contemplada.

Por otro lado, la resistencia de la Universidad de Yale a entregar los objetos respondía no sólo a los intereses netamente científicos, sino también al orgullo de la institución y la protección del honor del profesor Bingham. Sus argumentos se fundaban en documentación relacionada con los permisos para excavar y sacar piezas de Perú que cambiaron en los años previos y subsecuentes a los viajes del arqueólogo, pero que fueron completamente inválidos frente a las premisas que denominaban las piezas en calidad de préstamo a Yale.

Machu Picchu 1911 Fotografía tomada por equipo de Bingham
Personalmente celebro que el acuerdo haya favorecido la ciencia y la cultura, pero quisiera destacar que no es la primera vez que los extranjeros están interesados en la cultura y recursos naturales de Latinoamérica para su estudio y divulgación. La iniciativa peruana tiene mucha validez, pero la protección de nuestra historia no es pelearle a los extranjeros. Por el contrario, a las investigaciones extranjeras se debe el descubrimiento de sitios arqueológicos, miles de nuevas especies y el establecimiento de centros de investigación in situ. La manera de preservar nuestra cultura es protegiendo los recursos y fomentando la investigación y educación, no sólo de nuestros antepasados, sino también de nuestra gente de hoy. Es un gran error mostrar a Perú u otro país de Latinoamérica como una colección de templos y objetos hechos por una cultura que habitó esos territorios en el pasado. A poner como prioridad las piedras y ollas, se incurre en la terrible injusticia de quitarle importancia a los humanos de hoy, su gran potencial y, peor aún, los recursos para desarrollarse como una buena sociedad.


Mi sobrino en nuestro viaje a Machu Picchu en 2007

Feb 21, 2011

Pulpos Adivinos No, Solo Inteligentes

A la hora de decidir sobre inteligencia, los humanos tendemos a interpretar nuestro alrededor de una manera antropológica. Nuestras visiones usualmente están contaminadas con nuestras propias emociones y las que pretendemos asignarle al resto de criaturas del planeta.

Los videos adjuntos revelan una muestra de inteligencia que los humanos no alcanzamos a entender y que, hasta hace muy poco, estamos empezando a estudiar. Lo más peculiar de los videos es que los animales que se muestran son miembros de la clase Molusca Cefalópoda –que significa algo como “cabeza suave con patas" y denota su físico y capacidad de contornearse- y habitan la Tierra desde hace más de 500 millones de años. El célebre pulpo, más famoso por adivino en el Mundial de Fútbol que por sus habilidades cognitivas, es el ganador de esta semana para hablar de inteligencia animal.

No sólo los pulpos son un modelo común en estudios de memoria asociativa (de esto hablaré en otra entrada), sino que también poseen una habilidad sorprendente para planear y escapar de sus predadores. El engaño consiste en camuflarse en sus alrededores cuando están inmóviles, y en imitar otras especies nocivas en el océano como serpientes y peces predadores, cuando están en movimiento.

En el primer video, se observa un pulpo de la especie, que se camufla en una roca marina. Para lograr este truco, el pulpo tiene que hacer un análisis de la textura y el color de la roca, todo esto con las 50 millones de neuronas que tiene en el ganglio principal - análogo del cerebro en vertebrados (con cerca de 1 billón de neuronas). La información acerca de sus alrededores la recibe por medio de unos órganos receptores alrededor del ojo, y en cuestión de segundos computa los estímulos visuales y pasa a ser literalmente invisible.


Su otra estrategia consiste en imitar la forma del cuerpo y la manera de nadar de otros animales del océano. Por ejemplo, T. mimicus es un excelente imitador de diferentes especies de animales como los lenguados, un pez que nada muy cerca al área del fondo del mar ondulando su cuerpo, y otras especies venenosas como el pez león y la serpiente marina. El video adjunto muestra esta extraordinaria transformación del cuerpo para personificar varios animales, una habilidad que hasta hoy sólo se ha descubierto en los pulpos.


El plan del pulpo consiste en observar detalladamente el objeto con el que se quiere mimetizar. Debe recolectar la información pertinente acerca de la coloración, forma y textura; y posteriormente decir si parecerse al objeto inanimado le facilitaría su supervivencia. En cuanto a imitar otros animales, solo si estos son percibidos como más agresivos o venenosos que él mismo, y si tiene la garantía que su camuflaje es perfecto vale la pena invertir la energía que toma la transformación. Para esto debe considerar el comportamiento de sus predadores y anticipar que estos le temen al animal al que planean parecerse y, segundo, deben garantizar que serán engañados. Todo esto requiere un “pensamiento” bastante organizado, una planeación minuciosa y, además, una habilidad “artística” exquisita.

Estas criaturas nos dan una gran lección. Como lo dije anteriormente, no son ni chimpancés, ni delfines, no son ni siquiera vertebrados, pero para desarrollarse exitosamente en su hábitat, han evolucionado un sistema de engaño mejor planeado que el de muchos mamíferos. Para estudiarlos y tratar de entender los otros animales y su inteligencia, hay que tratar de ser más pulpos y menos humanos. (Si no, pregúntele al pulpo Paul.)

Feb 10, 2011

Trabajo de Campo con los Micos del Amazonas

Con el propósito de educar al público acerca del trabajo de campo de algunos científicos, el periódico New York Times, dedica un espacio en su publicación en línea para que los científicos escriban sobre sus descubrimientos, aventuras y desventuras en la forma de un diario durante sus excursiones de campo. Desde principios de este año, el primatólogo Anthony Di Fiore de New York University ha venido escribiendo acerca de su expedición a la Reserva de Yasuní en la Amazonia Ecuatoriana donde conduce sus investigaciones en socio-ecología comparativa de primates desde 1994.

En una serie de artículos, Dr. Di Fiore inicia sus relatos con la descripción de su viaje número 25 que se origina en la ciudad de Nueva York hacia Quito. De allí bajan en avioneta a la ciudad de Coca (sobre el nivel del mar), y después de un paseo en lancha, un revelo en camión a otro rio y, finalmente otro viaje en canoa, se internalizan en  el corazón del bosque tropical del Amazonas donde está el campamento de la Reserva. Al final, sus crónicas concluyen con las historias de los miembros del campamento comparando sus heridas y malestares después de vivir en la jungla por varias semanas.

En varios de los artículos publicados en las últimas semanas en el periódico, el autor describe los pormenores del trabajo de campo de la biología tropical, las caminatas y encuentros furtivos con los animales. En particular, Dr. Di Fiore estudia la genética de población de los micos araña y  las interacciones sociales entre grupos y entre individuos. Según el, “asombrosamente los micos araña, junto con los chimpancés y los humanos, son los únicos primates que muestran agresión deliberada e intensa contra otros grupos de machos rivales”, y esto los hace un modelo especial de investigación. En este último viaje, él junto a sus estudiantes lograron colocarles unos collares a varios micos después de perseguirlos por horas y por varios kilómetros de distancia. Los collares son parte de una tecnología para ubicar, seguir y estudiar el comportamiento social de los animales por telemetría radial y satelital, en donde las coordenadas y otros datos recogidos por los collares pueden ser transferidos a los computadores de los investigadores a unos cuantos metros de distancia. Por ejemplo, un par de animales a los que se les ha puesto el collar son dos machos, padre e hijo, y unas de las preguntas que los científicos buscan responder es acerca del tiempo que los animales relacionados pasan juntos, si colaboran entre si al buscar alimento o cuando buscan pareja, y si estas interacciones son diferentes entre machos del mismo grupo pero sin vínculos filiares. 

Como los artículos están escritos con el fin de llegarle l, al público, su lenguaje es informal e invita a la gente a compartir sus opiniones. Al final de cada entrada están los comentarios de los lectores y en estos se encuentran historias tan interesantes como los artículos mismos. La gran mayoría de opiniones son mensajes de felicitación y motivación, provenientes de amantes de la ciencia y la aventura. Otros mensajes son de primatólogos que cuentan sus propias experiencias en el campo y celebran la existencia de la nueva tecnología de los collares, ya que para ellos la manera tradicional de observar a los micos era sentarse bajo la lluvia o perseguirlos en medio de la jungla por meses hasta perderlos de vista. Por último, hay un número reducido de mensajes que demuestra su desacuerdo con estudios de esa índole, ya sea por preocupación por los animales y su hábitat o por no encontrar un propósito valioso en la investigación. Por estos últimos comentarios es que me motivé a enumerar las razones por las que considero esta clase de estudios de un valor inmensurable.

Primero, siendo un investigador en el área de neurociencia, tengo que afirmar que los micos son el mejor modelo para estudiar la evolución del comportamiento cognitivo de los humanos. Aunque compartimos un ancestro común con los micos araña y otras especies del “nuevo mundo” de más de 16 millones de años, estos manifiestan una estructura social relativamente variada, y semejante a la de los homínidos. Por otro lado, en el ámbito ecológico, el estudio de estas especies despliega toda una serie de ideas para de conservación del ecosistema. Por ejemplo, los caminos por los que los micos se mueven diariamente tienen en común ciertos árboles de los que ellos se alimentan y, curiosamente, también es donde se encuentran el mayor número de semillas en las heces de los animales. Es decir, los micos tienen la función de ser dispersores de semillas, así como los insectos lo son del polen. Información sobre estos patrones son de gran ayuda a la hora de tomar decisiones acerca de áreas de conservación y desarrollo.

Por último, al integrar los mejor de los grupos implicados en estos estudios se garantiza el compromiso y validez de las investigaciones. Los equipos extranjeros con su motivación y tecnología sumados al conocimiento y preocupación de grupos de científicos y gentes locales cercioran que tanto los animales como la comunidad nativa no se vean afectados, así como que la ciencia progrese de manera eficiente y responsable. 

Nota: En el rio Amazonas en la región Colombiana está ubicada la Isla de los Micos. Esta isla fue fundada por el griego-americano Mike Tsalikis, quien era conocido en los 60s por sus historias de luchador de anacondas y de coleccionador de animales; hoy, más conocido por sus cargos de traficante de animales y de droga. Aparte de las historias sobre este personaje, la isla, ahora bajo la jurisdicción del Gobierno de Colombia y manejada por un hotel local, es la residencia de millones de especímenes biológicos y  más de 5000 micos de varias
especies.  

La mayoría de la información disponible en Internet acerca de la isla se refiere a paquetes de ecoturismo disponibles. Además, hay denuncias por los miles de primates que salen de allí para abastecer la investigación del científico colombiano Manuel Elkin Patarroyo. Sobra decir que la fuente de esta información es tan informal como cualquier acusación hecha en internet sin documentación apropiada; y además, que las referencias a investigaciones formales son inexistentes. 

La Isla de los Micos es un paraíso para la investigación ecológica y biológica. En especial, el estudio genético de los micos es de un valor inmenso ya que los animales han estado segregados por más de 30 años. Si alguien tiene más información relacionada con los estudios académicos que se realizan en la isla, agradecería inmensamente los datos.


Feb 3, 2011

Dormir para Aprender

¿Cuál es la actividad en la que los humanos utilizamos casi un tercio de nuestra vida y de la cual no recordamos prácticamente nada? La respuesta, bastante evidente, es dormir. Al final de la vida, el humano promedio habrá pasado más de 20 años acostado durmiendo. Cuando escuchamos esta cifra, lo primero que se piensa es en el tiempo perdido. Pero la verdad es que para vivir tanto tiempo, es también necesario dormir tanto tiempo. Entre las muchas funciones del sueño, una de las más estudiadas en la relacionada con el aprendijaze. Hoy, tras cientos de noches en vela, los científicos tienen algunas ideas concretas al respecto.

Durante el sueño, específicamente durante el sueño paradójico o REM (movimiento ocular rápido, sigla en inglés) ocurre la asociación y retención de nuevas experiencias y, curiosamente, es también cuando acontecen la mayoría de los sueños. Opuesta a la visión freudiana de los sueños en la que estos son un producto reprimido del subconsciente, los sueños son considerados por algunos neurocientíficos como el mecanismo del cerebro para la evaluación de sucesos recientes cuya función es ayudar a consolidarlos. Esto ha sido comprobado por medio de experimentos en donde los animales, incluyendo humanos, que son cohibidos de la fase REM del sueño tienen una disminución considerable del aprendizaje, al ser comparados con aquellos con un ciclo de sueño normal.

Durante el aprendizaje, ocurren varios cambios neuronales que determinan la eficacia y permanencia del nuevo conocimiento. Estos cambios suceden inmediatamente después de recibir nueva información, pero para que sean permanentes, deben ser consolidados en el tiempo mediante el refuerzo de las conexiones entre las neuronas. Cada vez que un recuerdo es invocado por la memoria, este pasa a un estado de vulnerabilidad en el que puede ser reforzado, modificado o incluso borrado completamente. Esta estrategia, llamada re-consolidación, es un mecanismo para des-aprender información errada y, en general, para rectificar las ideas impresas en el cerebro. Sin embargo, también es una fragilidad del sistema en la que cada vez que se abre “la ventana” de un recuerdo, se corre el riesgo de perderlo o tergiversarlo. El sueño juega un papel principal en la formación de nuevos recuerdos mediante la atenuación de estímulos secundarios, ya que estos interfieren con el fortalecimiento del aprendizaje durante esa “ventana”, asegura un artículo publicado esta semana en la revista Nature.

Específicamente, los autores del artículo investigan el efecto del sueño en la re-consolidación del aprendizaje. En el estudio, todos los participantes aprendieron un juego que consiste en recordar la ubicación de pares de imágenes en un tablero; esto, mientras olían una sustancia fuerte. Después del aprendizaje de las imágenes, la mitad de los voluntarios se mantuvieron despiertos por 40 minutos, y durante este tiempo fueron expuestos al mismo olor alejados de las imágenes. El segundo grupo de voluntarios se fue a dormir inmediatamente, pero también fue expuesto al olor mientras dormían. El uso de un olor en este tipo de experimentos consiste en crear una asociación fuerte del material aprendido con la sustancia odorífica, para que la presentación del olor en la ausencia del material aprendido reactive su recuerdo en el cerebro. Después de 40 minutos, el segundo grupo fue despertado y ambos grupos jugaron nuevamente con los mismos pares de imágenes pero, en esta ocasión, en posiciones diferentes. Con este procedimiento, los investigadores pretendían crear interferencia en la consolidación de la posición inicial de las imágenes. Después de 30 minutos, ambos grupos realizaron un examen en el que tenían que recordar la posición de los pares de imágenes del primer juego.

Los resultados revelan que la reactivación del recuerdo por medio del olor fuerte cuando el participante está despierto y la consecuente exposición a la interferencia, reduce significativamente la capacidad de recordar la posición inicial. Por el contrario, el sueño protege de manera específica contra la interrupción. Así, aunque los participantes del segundo grupo estuvieron expuestos a la reactivación del recuerdo por medio del olor, el hecho de haber estado en REM hizo que al despertarse, el aprendizaje estuviera más solidificado y la observación de las nuevas posiciones de las imágenes no interfiriera con el aprendizaje inicial.
En un experimento complementario, los autores detectaron que si la reactivación del recuerdo se hacía cuando los participantes estaban despiertos, las áreas del cerebro que respondían eran las de la corteza prefrontal que son las responsables por funciones ejecutivas como la búsqueda y filtración de información. En contraste, estas áreas no respondieron cuando la reactivación se hacía durante el sueño. Esto sugiere que durante la vigilia, los estímulos e información secundarios, pueden modificar los recuerdos ya existentes por medio de la atención que se les preste.

Si alguna vez hemos escuchado la noción de que se puede “estudiar” para un examen o “aprender” un idioma simplemente escuchando el material mientras se duerme, ahora podemos estar seguros de que esto es una fantasía. Durante el sueño se consolidan los recuerdos y además, como lo muestra el artículo mencionado, se protegen contra su modificación o el olvido, pero para recordar es necesario estar completamente despiertos y alerta. Por el contrario, tomar una siesta entre el estudio de diferentes materias y, en general, una buena noche de sueño sí es efectivo no sólo para tener mejor rendimiento durante el día, sino para también tener mejor memoria.

Jan 31, 2011

About Monkeys, Children and Toys

A highly debatable topic and extremely common in all settings is whether there are differences between men and women. While there are notable differences, such as height and facial features, the issue becomes controversial when discussing whether the discrepancies are cognitive, and in practice, if one gender is "better" than the other. A wide range of study areas offer many answers but, in general, there are two opposing sides in the dilemma about the sexes. 

On one hand, is common among anthropologists and other scientists to claim that biological differences do not exist, and that any variation in performance between the sexes is the result of social pressure. There is sufficient evidence to claim that the differences in children behavior  respond to strong social influence, that although may not be completely  evident, it is always present. In terms of preference for children play, for example, many parents would argue that their kid's toys are neutral, such as blocks, books, and musical instruments; however, it is contested that the way of playing with these objects modify the children's preference for them. Thus, a father would move the blocks as if they were cars, or a mother would buy princesses' books. Additionally, at about two years of age the basic sexual identification (feeling male or female)
develops; and as a result, babies tend to imitate the adult with whom they identify the most. In this way, girls mimic the delicacy of the mother and play with cups while boys prefer " to shave" and play rough with fathers. That is, from an early age children identify themselves as part of a sexual group that begins to shape their preferences and behavior. 

On the other hand, there are many who think that there are clear biological differences and that they are responsible for shaping a sexual identity and behavior. Numerous studies have evaluated children's play before two years of age, and have found a significant difference in the time that infants interact with gender linked toys. Similarly, any father of a boy would testify that his kid likes trains, cars, bouncing balls, and all this, without being pressed. Although there are girls who like the same types of toys, usually they prefer dolls and pots. However, because virtually all human babies grow in society, it is impossible to determine how large are its effects on children preferences and to what extend, the influence is purely biological. 

After numerous psychological studies in human infants, in 2002 Drs.  Melissa Hines and
Gerianne Alexander at the University of California, Los Angeles, investigated whether the preference in toys was associated with factors different than social and cognitive ones. They did this by observing a non-human primate, the vervet monkeys (Cercopithecus sp.), in which the influence of social and epistemological prejudices do not exist. Surprisingly, vervet monkeys showed preference for toys typical of each gender in an identical manner to human babies. These results are quite controversial, and even aroused the skepticism of the authors. However, other studies in macaques monkeys have shown the same results. The toys chosen for the first study were a ball, a police car, a doll, a cooking pot, a book of photos and a stuffed dog. The choice of these objects responded to the categorization as masculine, feminine or neutral by children in a previous research. Even more surprising was the way the animals interacted with the toys. In the attached picture it is evident that while the female is inspecting the doll like a baby monkey, the male moves the car on the road to move the wheels. The monkeys in this study had no previous experience with the objects so the differences can not be attributed to learning or imitation from humans.
The importance of this study is that if the preference for toys is not due to social pressure or cognitive performance, then there must be features on the objects that are perceived by the
primates brain exclusively for each sex. That is, the characteristics of the objects provide an opportunity for the monkeys to "practice" situations for which they have adapted evolutionarily. It could be argued that the dolls are "useful" for learning to care for, while cars and balls incite movement and the development of tools that are adaptive to fight. By contrast, the book or the stuffed animal were not preferred by any monkey, in particular. 

The preferences of nonhuman primates and monkeys for certain stereotypical objects of both genders indicate that the brain perceives certain characteristics that make them more attractive and that this bias does not respond to external pressures. This means that the brains of both sexes is different, but what exactly is the difference? Morphologically there are marked inequalities. For example, while Broca and Wernicke areas that are related to the ability to modulate and understanding language are significantly larger in women, the regions in the temporal lobe related to
travel in space are more developed in men. At the cellular level, the sexually dimorphic nucleus of the hypothalamus, which is related to sexual behavior in mammals, shows a marked difference between men and women, and interestingly also in transsexual people. Now, it is not clear which of these variations are responsible for gender-typical behaviors, including toy preference in babies, but it is clear that these changes should have a specific function. And, in combination, may be responsible for the areas of diversification in humans such as the ability to estimate the time and speed, visualize objects in three dimensions, recognize emotional tones and perform multiple tasks. 

Based on the many results showing that certain behaviors reflect innate differences between men and women, it would be stubborn to deny it, and to continue to blame any pattern only to social models. On the other hand, it would be absurd to expect that boys and girls be confined to fill in the roles that seem to agree with the evolutionary history of their brain. If the ancestor of homo-male in the Pleistocene needed to navigate in large spaces in search of game, and the homo-female developed methods to socialize through language, this does not mean that men today have no empathy or verbal skills, or that women can not handle space orientation, and both sexes do it outstandingly. What it does mean is that there are innate characteristics that change not only the behavior of humans during childhood and adulthood, but also those differences may help explain the preference of people for different tasks and their performance in them. Accepting our differences and use them for everybody's advantage is the most sensible recommendation, bearing in mind that evolution never ends, and social and environmental pressures today will be reflected in the future.

Jan 24, 2011

Sobre Micos, Niños y Juguetes

Micos vervet inspeccionando juquetes
Un tema que aparece permanentemente en todo tipo de conversaciones informales así como en revistas variadas  es el del debate sobre la existencia de diferencias entre hombres y mujeres. Si bien hay diferencias notables a simple vista como la estatura y los rasgos de la cara, el tema se convierte en polémico cuando se discute si las discrepancias son cognitivas, y en la práctica, si alguno de los géneros es “mejor”. Diferentes área de estudio ofrecen múltiples respuestas, pero en general hay dos vertientes opuestas en el dilema de los sexos.

Por un lado, es común entre los antropólogos y otros científicos reclamar que las diferencias biológicas no existen, y que cualquier variación en el comportamiento de los sexos es resultado de la presión social. Existe suficiente evidencia que demuestra que las diferencias encontradas en el comportamiento de los bebes responden a una fuerte influencia social que, aunque no es evidente, está siempre presente. En términos de la preferencia de juego de los niños, por ejemplo, muchos padres afirmarían que los juguetes de sus hijos son neutros, como bloques, libros, e  instrumentos musicales; sin embargo, se disputa que la manera de jugar con estos objetos  modificaría la preferencia de los niños por ellos. Así, un papa movería los bloques como si fueran carros o una mamá compraría libros de princesas. Adicionalmente, alrededor de los dos años de edad  se desarrolla la identificación sexual básica (sentirse hombre o mujer); como consecuencia, los bebes tienden a imitar al adulto con quien se identifican. De esta manera, las niñas imitan la delicadez de la madre y juegan con tacitas mientras los niños prefieren “afeitarse” y juegan brusco con los padres. Es decir, desde muy temprana edad la identificación de sí mismos como parte de un grupo sexual empieza a moldear sus preferencias y comportamiento. 

Por otro lado, están quienes piensan que sí hay diferencias biológicas muy claras y son las responsables de formar la identidad sexual  y el tipo de conducta. Numerosos estudios han evaluado el juego de los niños antes de los dos años, y han encontrado una diferencia significativa en el tiempo en que los infantes interactúan con juguetes estereotípicos de su sexo. De la misma manera, cualquier padre de un niño podría afirmar que a su hijo le gustan los trenes, los vehículos que se mueven, las pelotas que rebotan, y todo esto, sin que haya sido presionado o se le haya comprado solo carros desde que nació. Aunque hay niñas a las que les gustan los mismos tipos de juguetes, por lo general prefieren las muñecas y las ollitas.  Sin embargo, como todos los bebes humanos crecen en sociedad es imposible determinar qué tan grande es el efecto de esta sobre las diferencias entre los sexos y cuál es la influencia netamente biológica. 

Después de numerosos estudios sicológicos en bebes humano, en 2002 Drs. Melissa Hines y Gerianne Alexander en la Universidad de California en Los Angeles, investigaron si la preferencia en los juguetes estaba asociada a factores diferentes de los sociales y cognitivos, por medio de la observación de unos primates diferentes a los humanos -los micos vervet (Cercopithecus sp.)- en los cuales la influencia de prejuicios sociales y epistemológicos no existe. De manera sorprendente, los micos Vervet muestran una preferencia por juguetes humanos típicos de cada sexo de una manera idéntica a los bebes. Estos resultados, bastante controversiales, despertaron el escepticismo de sus mismos autores. Sin embargo, otros estudios en micos Macacus  han mostrado los mismos resultados. Los juguetes escogidos para el primer estudio fueron una pelota, un carro de policía, una muñeca, una olla para cocinar, un libro de fotos, y un perro de peluche. La elección de estos objetos fue motivada por la categorización de los mismos como masculinos, femeninos o neutros por niños y niñas en una investigación previa. Aún más sorprendente fue la manera en que los animales interactuaron con los juguetes. En la foto adjunta se puede apreciar que mientras la hembra esta inspeccionando a la muñeca como a un bebe mico, el macho mueve el carro sobre el asfalto para hacer mover las ruedas. Los micos en este estudio no tenían ninguna experiencia anterior con los objetos así que las diferencias no pueden ser atribuidas al aprendizaje o a la imitación que los micos hacen de los humanos.

La importancia de este estudio es que si la preferencia por los juguetes no es presión social ni cognitiva, entonces debe haber características en los objetos que son percibidas por el cerebro de los primates de manera exclusiva para cada sexo. Es decir, las características de los objetos proveen una oportunidad para los micos sean atraídos y “practiquen” situaciones para los cuales se han adaptado evolutivamente. Se podría argumentar que las muñecas son “útiles” para aprender a cuidar, mientras que los carros y pelotas invitan al movimiento y la elaboración de herramientas que son adaptivas para la lucha. Por el contrario, ningún sexo mostro preferencia ni por el libro ni por el peluche.

Las preferencias de los primates  -humanos y micos-  por ciertos objetos estereotípicos de los dos sexos, indica que el cerebro percibe ciertas características en ellos que los hacen más atractivos y que este favoritismo no responde a presiones externas. Esto significa que el cerebro de ambos sexos es diferente, pero ¿cuál es exactamente la diferencia? Morfológicamente existen marcadas desigualdades. Por ejemplo, mientras las áreas de Broca y Wernicke que están relacionadas con la capacidad de modular y entender el lenguaje son significativamente más grandes en las mujeres, las regiones en el lóbulo temporal relacionadas con la navegación espacial son más desarrolladas en los hombres. A nivel celular, el núcleo sexualmente dimórfico del hipotálamo que está relacionado con el comportamiento sexual en mamíferos, muestra una marcada diferencia entre hombres y mujeres, y, curiosamente, también en transexuales. Ahora, no es evidente cuáles de estas variaciones son las responsables por los comportamientos típicos de los sexos, incluyendo la preferencia de objetos en los bebes, pero es claro que estas alteraciones deben tener una función específica. Y, en combinación, pueden ser las responsables por las áreas de diversificación en los humanos como la capacidad de estimar el tiempo y velocidad, visualizar objetos en tres dimensiones, reconocer tonos emocionales y llevar a cabo múltiples tareas. 

Con base en los múltiples resultados que muestran que ciertos comportamientos reflejan diferencias innatas entre hombres y mujeres, sería necio negarlas y seguir atribuyendo cualquier esquema sólo a modelos sociales.  Por otro lado, sería absurdo aspirar a que los niños y la niñas se limitaran a llenar los roles que parecieran están de acuerdo con la historia evolutiva del cerebro. Si el ancestro del homo-macho en el pleistoceno necesitaba navegar en espacios grandes en busca de animales de caza, y las homo-hembras desarrollaban métodos de socializar por medio del lenguaje, esto no significa que los hombres de hoy no tengan la empatía para socializar verbalmente, ni que las mujeres no puedan manejar el espacio, y ambos sexos hacerlo de manera sobresaliente. Lo que sí significa es que existen características innatas que modifican no sólo el comportamiento de los humanos durante la infancia y adultez, sino que esas diferencias pueden ayudar a explicar la preferencia de las personas por diferentes tareas y su desempeño en ellas. Aceptar las diferencias y usarlas en beneficio propio es la recomendación más sensata, sin olvidar que la evolución nunca culmina, y las presiones sociales y ambientales de hoy se verán reflejadas en el futuro.

Jan 17, 2011

Inteligent Crows

What exactly makes us different from animals?
One of the answers to this difficult question is that humans posses the ability to plan a number of steps toward a future goal and to modify them through trial and error, and through the abstract mental formulation of the next step to follow. However, this answer is very limiting if we consider the animal shown in the attached video. In a  city of Japan, crows have learned to live in urban environment completely foreign from their natural habitats. And they have develop sophisticated techniques to succeed in the middle of the concrete of the city. Apparently, the expression "bird brain" is not as valid as previously thought.

Jan 16, 2011

Cuervos Inteligentes

¿Qué es exactamente lo que nos diferencia de los animales?
Una de las respuestas a esta dificil pregunta es que los humanos poseemos la capacidad de planear varios pasos hacia el futuro para lograr un objetivo específico y modificarlos por medio del aprendizaje de errores y la formulación mental abstracta del próximo paso a seguir. Sin embargo, esta respuesta es bastante limitante si tenemos en cuenta animales como el que se muestra en el video adjunto. En una ciudad de Japón, los cuervos han aprendido a convivir en ambientes urbanos completamente ajenos a su habitat natural; y además, han desarrollado técnicas bastante elaboradas para ser exitosos en medio del concreto de la ciudad. Al parecer, la expresión "cerebro de pájaro" no es tan válida como se pensaba.


David Attenborough - BBC wildlife


Jan 11, 2011

No Woman No Cry

Why do we cry when we have an intense emotional experience? This is a question scientists have wondered for a long time. Tears serve to relieve extreme feelings, but many people would agree with me that they can be very inconvenient and worse yet, when they seem to have their own life and be uncontrollable. The only vertebrates that shed tears of sorrow and joy are us, human. Dogs whine, especially out of anxiety when their master leave alone in the house, but they do not produce tears in response to emotions. Mice also "cry out" tears but they do so to secrete a chemical signal that communicates the desire to mate, quite a very different reason from humans. Aside from keeping the eyes moist and help maintain the cornea clear, it has been suggested tears function to cleanse the body from hormones that occur during times of stress.

The article published this week in the journal Science suggests a new role: the authors claim that tears are a great "turn off" for men, and that this function would serve as a mechanism to communicate rejection without words. In the study, a small group of women watched sad movies and collected their own tears in cotton balls. Then, a group of 50 men was divided into two, one that smelled the cotton soaked in the women's tears, and another one that smelled a saline solution of comparable composition. The results show that those exposed to the tears rated photographed women as less attractive compared to their peers who smelled the saline solution. In another set of experiments, a group of men exposed to the tears reported a reduction in their arousal when watching movies and videos with sexual content. Furthermore, the activity levels in areas involved in sexual arousal in the brain and the testosterone levels were lower in these men. Interestingly, in disagreement with what was expected, the empathy and mood of the men did not change at all.

The results of the study are very interesting and have caused excitement beyond the scientific community. Part of the attention is that the existence of human pheromones -chemicals that change the physiological and social behavior of an individual- are of great interest to many industries. From the producers of perfumes to those who look for explanations for war, work very hard to find the ideal odoriferous molecule for every purpose. For this reason, it is common to see signs of these molecules with 'super powers' published weekly in scientific journals.

Although the exact cause of the physiological response in men was not investigated in this study led by Dr. Noam Sobel, a cognitive neuroscientist in Israel, the team did conclude that human tears contain chemical signals. Also, they claim that their investigation reveals a new "function for human tears". Given that the article coincide with sociological studies that have suggested that tears reduce the aggressive behavior of men, it is possible that there is, indeed, a molecule with such characteristics in tears. In the same way, it is possible to find an evolutionary explanation for the development of a mechanism that reduces aggression toward oneself. However, the tears in humans are produced for a variety of reasons, from sadness to ecstasy, and their effects can be linked to the context of the situation in which the tears occur.

In the article mentioned, the tears were bound to a context of grief, and before drawing conclusions, it is necessary to investigate the effect of the tears of joy and neutral lacrimation, for example as a result of irritation. Moreover, the number of men and women in the study is too small to generalize the findings and all the volunteers who collected tears were women (men are not as good tear producers, the authors clarified). Likewise, the tears collected bathed the cheeks of the women, implying that the chemical might be on their skin and not in tears. Surely we are not the only animals invulnerable to the effects of pheromones and more work is needed to find them, but until today, it is not possible to conclude that tears are chemical signals that change the behavior of men. And we still do not know why we, humans, cry ...